Dicen que no somos capaces de valorar lo que tenemos hasta que lo perdemos. Pero hay quien sí lo valora. Es más, lo demuestra. El otro día me encontré con esta joya, compuesta al ciento por ciento por un amigo (vídeo, música y poema). Al principio me asusté; luego me di cuenta de que era un ejercicio combinado de introspección y perspectiva, un juego en el que veía un pasado imaginario desde un futuro -tal vez presente- posible, pero no real. Hay que amar mucho para pensar algo así. Espero que lo disfrutéis.
Amelia Pérez de Villar
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¡Uf! Amelia… Dile a tu amigo que si es un pasado imaginario, se acerca mucho al presente que yo vivo… La muerte con respuesta contundente, sin más opción.
Besos
En su caso, Alejandra, es sólo un ejercicio de imaginación. Por eso me ha llegado al alma. Porque sé cuántos lo conjugan en presente. Y cuántos son sordos y ciegos a un presente que en cualquier momento se puede convertir en un pasado como el que aquí se narra. Besos, Alejandra. Y gracias por comentar.
Errata: donde dice con, debe decir como…
Gracias Amelia. Tus comentarios dignifican este breve ejercicio de introspección, y me abruma el regalo que me has hecho: que mi voz suene en «de libros y de hojas», lo cual no creo merecer.
Aquéllos que disfruten de la amistad de Amelia entenderán esto que digo: es una suerte conocerte y un privilegio ser tu amigo.
Si está es porque lo merece, ya lo creo. Sigue deleitándonos con estas cosas tan bellas.
En estos momentos puedo, por fin, escribirte y agradecer los regalos de tus Libros y Hojas, este llega muy hondo y te felicito por tener amigos así y por la generosidad de compartir tus tesoros, Tesoro eres, por cierto.
Querida Lola, es una alegría tenerte de nuevo por aquí. Perdona que mi respuesta de agradecimiento haya demorado tanto. Un abrazo.